La riqueza del vecindario afecta significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero de los hogares
Si el consumo de energía de los hogares de Estados Unidos fuera un país, sería el sexto mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo. Para alinear las emisiones de la vivienda con los objetivos internacionales para limitar el calentamiento global, los planificadores deben evaluar variables como el clima local, la edad y el tamaño de los edificios y los ingresos de los ocupantes.
Un estudio publicado recientemente en Proceedings of the National Academy of Sciences proporciona un nuevo análisis nacional que evalúa estos factores. Los investigadores introdujeron datos detallados de construcción de 93 millones de hogares (recopilados de una base de datos de registros de asesores fiscales de EE. UU.) en un modelo informático que consideró las fuentes locales de combustible para estimar las emisiones de los hogares.
Crédito: Amanda Montañez; Fuente: The Carbon Footprint of U.S. Home Energy Use», por Benjamin Goldstein et al., Proceedings of the National Academy of Sciences, Vol. 2. 117, No. 32; 11 de agosto de 2022
Un resultado claro es que las personas más ricas en los Estados Unidos tienden a tener casas más grandes, lo que genera alrededor de un 25 por ciento más de emisiones que aquellos con ingresos más bajos. La relación se mantuvo cuando los investigadores compararon vecindarios en ciudades muy diferentes, como Los Ángeles y Boston; en Los Ángeles, por ejemplo, algunos vecindarios ricos emitieron 15 veces más emisiones que las áreas cercanas de bajos ingresos.
El coautor del estudio, Benjamin Goldstein, investigador de la Universidad de Michigan, se sorprendió con otro hallazgo: los complejos de apartamentos densos no eran necesarios para cumplir con los objetivos de emisiones. Los datos sugieren que las pequeñas parcelas de viviendas unifamiliares en ciertas áreas, como algunas en Los Ángeles, también podrían cumplir con los objetivos internacionales a medida que las fuentes de energía libres de carbono se vuelven más comunes. «No todo tiene que parecerse a Brooklyn o Manhattan para ser de bajo consumo», dijo.
Anu Ramaswami, un ingeniero ambiental de la Universidad de Princeton que no participó en el estudio, advirtió que sus modelos de estimación de emisiones pueden no capturar las medidas de eficiencia energética que toman algunos propietarios. Pero dijo que el estudio podría servir de ejemplo para el análisis a nivel de ciudad. Por ejemplo, tales estudios podrían ayudar a los funcionarios a determinar cómo ajustar las políticas de construcción locales específicas para minimizar las emisiones, como alentar lotes más pequeños o la sustitución del combustible para calefacción.